miércoles, agosto 31, 2005

Como un mono en la ciudad.

Hoy camino como un mono en la ciudad
consolando el arte con corbatas
Esclavo del sistema.
Ahora camino como todos
jugando a ser el bueno
pisando la sombra de mis deseos
e ignorando lo que arde dentro
Ilusionando ojos supersticiosos
idolatras del precio, esclavos de la etiqueta
psicólogos de recursos que ya perdieron lo humano.
Complaciendo necias peticiones
hoy soy como todos por que esa fue la decisión
volver talvez al futuro de años venideros
como viviendo una etapa a destiempo
No ser yo mismo ahora, y ver que pasa,
demasiados en el mismo sitio y solo otro más
seguro de no ser la última víctima
de vuelta a otra normalidad.
Juan Carlos Jáquez.

miércoles, agosto 24, 2005

Anónimo adicto textual.

En la intimidad somos disímiles
y nuestros pensamientos inéditos emergen
y se representan como testamento
antes que nos atrape la muerte.

Caminamos sobre etapas de la vida
difundiendo el codificado sentido de palabras,
plasmando en papel pensamientos libres y desafinados
que deambulan y evocan de nuestra reflexión.

Pasión en muchas palabras, que inundan las entrañas
que constantemente mariposean en nuestra azotea,
las que abordan nuestro ser y alteran nuestro yo clandestino
ese incondicional a la expresión.
Juan Carlos Jáquez.

Le temo a la soledad.

Aunque me muera en el intento de tenerte
y aunque mis llantos me maten por dentro
soportaré mi castigo por lo que siento,
veré la lluvia caer y llorare de rabia,
y solo seré feliz con un gesto de tu piel.

Mis motivos son miles, mi deseo es ciego
mi corazón te necesita
le temo a la soledad
regálame un instante de tu vida
ya no puedo mas, te necesito.

Tres lagrimas, dos claveles, tu aliento en mi boca
Mis caricias te desean, ya no tengo fluidez
se resume mi inspiración, te amo, y así mis palabras
quedan plasmadas en este papel para siempre.
Yunior D' León.

viernes, agosto 19, 2005

En nuestras sabanas Blancas.

Hoy arde mi cuerpo al pensar en el tuyo
y siento frió.
Vivo en tu lengua, tu en la mia, y en nuestra distancia
viven los recuerdos,
la melodía de tus gemidos en el silencio que era parte
de nuestra elocuencia.
las noches en tus brazos de sol en intensos momentos
en la oscuridad.
Dos cuerpos en el infinito desnudos
como el viento
transmitiendo lo humedo del sentimiento
sudores, saliva,
orgasmos, deseo
Solos en la intimidad del tiempo
en el espacio
volando hasta caer rendidos desde nubes
a nuestras sabanas blancas.
Juan Carlos Jáquez.-

martes, agosto 16, 2005

Ecos del Amor

Tan solo palabras nos hacen escapar
correr tras la imaginación y dejarnos llevar
Ella y yo, tan cerca, tan lejos...
Dos almas que el destino dispersó
Dos soñadores
Dos locos de atar
Ella y yo, pieles lejanas, almas gemelas
Ecos del amor
Poder borrar la distancia
Saciar nuestro deseo con pasión
Ella y yo, ecos del amor...

Eleazar Bretón.-

lunes, agosto 15, 2005

Haiku.

Hoy arde mi cuerpo
al pensar en el tuyo
y siento frió.
Juan Carlos Jáquez.

Las garras de la realidad.

Las garras de la realidad
azotaron el bienestar de nuestro mundo virtual paralelo
ese el sueño donde caminábamos tranquilos
nuestro país del exilio sin banderas
que pintamos de bonitos colores y que hoy luce oscuro y triste
cohibiendo palabras para no dar paso a la mal interpretación,
vulnerable cuando ya todo se amarga sin razón.

Hoy el tiempo y la distancia carcomen la armonía
y crece mucho mas la agonía al ver pasar el tiempo
y al sentir el estático aliento de la avalancha que se avecina.
La esperanza es la columna que hoy nos sustenta
y que en ella se asienta nuestro futuro porvenir
el amor nuestro traslucido sentimiento
que nos llevara al final del camino y nos hará persistir
pero ahora solo estamos juntos en medio de nuestra tormenta
perdidos en el mismo sitio,
esperando sobrevivir.
Juan Carlos Jáquez.

miércoles, agosto 10, 2005

Escondida.

Vives escondida en mis pensamientos
en la oscuridad
puedo ver como te burlas de mi con tu sonrisa perversa,
sabes que estas ahí
y todo lo que pienso cuando lo hago de ti.

Juegas con mis adentros afectando intensamente mi exterior.

Dulce condena que originé al entrarte
cuando también entré en ti

doncella de hierro, suave veneno mental con aroma de mujer.
Juan Carlos Jáquez.-

Fotografía

A través de mis ojos
capturo un mundo diferente
lleno de una sensibilidad pura
sometida a interpretaciones vagas
son suyos el color y su ausencia
inmóvil en lo físico
danzante en lo espiritual
A través de mis ojos
observo una vida distinta
que vale la pena atrapar.

Eleazar Bretón.-

domingo, agosto 07, 2005

Breve reseña de un recuerdo.

Divagando en el tiempo busco por nuestras sombras,
caminando solo entre calles del ayer;
no obstante me encuentro en el lugar donde en cierta ocasión todo comenzó,
aquí solo el olor a nostalgia y a nuestra historia ya cerrada
que atrapa mis sentidos en sus brazos sin sentirte a mi lado.

La esperanza se convierte solo en luces diferentes de lo mismo
El mismo caer de mi alma,
las mismas lagrimas secas que guardo dentro,
Las historias secretas de un espíritu que he inundado de vanas promesas de otras almas.
Al final todo y nada lo mismo, la luz disipa lentamente,
Vuelvo absorbo el trago amargo de no tenerte.
Despierto y torno a la realidad.
Juan Carlos Jáquez.

Eres.

Eres la luna de mi lápiz
Y mi sangre
el vino que mueve la mano
para completar la oración.
Juan Carlos Jáquez.

miércoles, agosto 03, 2005

Sin titulo...

Tu espacio onírico está lleno de mi
Soy cada huella de tus pasos
Reflejos mios divagan por tu entorno
Estuviste alienada
Cómo prodrás escapar?

Eleazar Bretón.-

martes, agosto 02, 2005

Fantasmas mentales.

Ideas aisladas como retratos de recuerdos
emergen intermitentes desde lo profundo
Allí subsisten y existen
hasta ser olvidadas.

Buscando en rincones encontré
caras degradadas que desvanecen lentamente
pero que entretanto persisten todavía.

En la multitud, una silueta de tu rostro
que a lo lejos en mis pensamientos
pude percibir,
una silueta que el polvo del olvido no ha podido borrar.

Caras desfiguradas caen al lago del olvido
pero fantasmas fuertes en neuronas quedan
sin tiempo limite, ni fecha,
sin epitafios, ni condenas.

Juan Carlos Jáquez.