martes, febrero 28, 2006

Lámparas apagadas.

Descubrir a lo largo del tiempo
que los besos no saben a nada,
que el amor sometido ya
a la dictadura del tiempo,
desvanece poco a poco
y las miradas solo queman
sentimientos que se escapan
entre los barrotes del hastió.

Que ya no existe esa llama
llamada deseo,
Solo un triste aroma a amor muerto
y decaimiento de almas.

Solo dedos miserables
que dan cuerda a un reloj que solo hace ruido,
nada mas,
y que apaga el fuego lentamente,
como el agua (con las lagrimas)
y que como con el tiempo
desvanece poco a poco el ardor…

Así se ven hoy las lámparas apagadas
por el descuido y la impotencia
por nuestro método erróneo de amar
por el tiempo y nuestra poca paciencia.
Juan Carlos Jáquez