domingo, noviembre 07, 2004

Directrices Rotas.

Todo comienza al nacer en la imposición de preceptos unánimes de aquellos allegados que nos rodean (Sin tener dominio de nuestro libre albedrío).

En la adolescencia nos invade la ingenuidad.
Salirse de la raya es faltarle el respeto al dios de nuestros padres,
al dios del circulo que nos rodea (religión),
al dios de la naturaleza (hombre),
al Dios que llevamos dentro.

En el tercer paso del circulo monotonico de la vida “Adulto”,
supuestamente dominando nuestro libre albedrío,
la ley es una cúspide afilada de dos vías,
“o la rompes o la acoges”.
Todo depende de nuestras ganas mentales.

Toda una vida de alineaciones reglamentarias y frenos inconscientes mentales.
Romper el molde es uno de los logros de cada ser humano;
pero realmente lo malo no es romper reglas,
sino quedarse en ellas sin saber porque.

La insipiactividad de la vida es lo normal para el sistema,
para mi es la emoción del vértigo al lanzarte.
Tu eliges: la rompes o te quedas inconciente en el sistema,
hasta el blackout de tu mente.

Apollion.